Drew y Sami se han marchado a tierras cíngaras a pasar el invierno. Raakon echa de menos a sus amigos a pesar de tener por compañía a su hermosa prometida Dessire Alare. Nous se muestra distante y taciturno, aislado en un debate personal del cual se niega a hablar a nadie. Por fortuna, Raakon conoce a un joven caballero noble al servicio del rey con el que estrechará una cercana amistad.

Elisteo Durín podría ser su segundo aval para recuperar el título nobiliario que tanto ansía Raakon. No obstante, la aparición de la orden de los Hijos de Dragón podría comprometer su amistad. La orden acusa a las cíngaras de ser brujas y eso incluye a Sami, la cual se verá en peligro por ello. Todo se complica cuando Nous tiene dificultades con sus poderes de mago y Sami dice haber sido encantada con un mal de ojo.

Raakon tendrá que decidir si su título vale más que las personas por las que siempre ha estado dispuesto a luchar: sus amigos.